Las Fiestas Decembrinas y su importancia para la Libertad Religiosa

Publicado diciembre 22, 2021, 3:01 pm
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Sin duda alguna, diciembre es un mes de balances, reflexiones, fraternidad y, sobre todo, de festividades. Durante estas fechas el cristianismo celebra una de sus fiestas más importantes: la navidad, donde se conmemora el nacimiento de Jesucristo. A pesar de todo ello, el cristianismo no es la única religión que realiza su festividad en este mes, sino que muchas otras religiones llevan a cabo sus principales celebraciones también durante el mes de diciembre, conformando de esta manera, lo que se conoce como las fiestas decembrinas. No obstante, no podemos decir que estas celebraciones son todas idénticas, sino que muy por el contrario, cada una de ellas se realiza en base a historias, ritos, tradiciones y significados muy diferentes entre sí. Por ello mismo, veremos en qué consiste cada una de estas celebraciones y por qué el permitir y promover su festejo implica, al mismo tiempo, el respeto por la expresión de la Libertad Religiosa.

Cristianismo: La Navidad

La primera de ellas, como se mencionó anteriormente, es la tan conocida y celebrada Navidad. Esta festividad es, junto con el Pentecostés y las Pascuas de Resurrección, una de las festividades más importantes para el Cristianismo. De acuerdo con la tradición Cristiana, la noche del 24 de diciembre se produjo el nacimiento de Jesucristo, tiempo después de que, su madre, la Virgen María, haya concebido a un niño por Obra y Gracia de Dios. En sí, la Navidad es una de las celebraciones más significativas para todo el hemisferio occidental y la mayoría de los países latinoamericanos

Judaísmo: el Hanukkah 

El Janucá o Hanukkah (por su nombre en inglés), es una de las celebraciones más importantes para la comunidad judía. Su nombre proviene del hebreo y se puede traducir como “rededicación”. Se celebra todos los años a partir del 25 de Kislev, el tercer mes del calendario hebreo, que en el calendario Gregoriano se corresponde con finales de noviembre o inicios de diciembre. Este año la festividad tuvo lugar entre el 28 de noviembre y el 6 de diciembre. Esta celebración centenaria conmemora la exitosa rebelión de los macabeos contra el imperio seléucida (concretamente contra el rey Antíoco IV Epífanes, quien tenía por objetivo reprimir la religión y tradición judía, e imponer la cultura y tradiciones griegas, incluyendo el culto a los dioses del Olimpo) entre el 167 y el 160 a.C, devolviéndole la independencia al pueblo judío y, por ende, permitió la purificación del Segundo Templo de Jerusalén; el cual tiempo antes había sido profanado por los ocupantes helénicos. 

Ahora bien ¿a qué se debe a que muchas veces se refiera a esta festividad con el nombre del “festival de las luces”? Esto se debe al milagro que tuvo lugar durante el proceso de purificación del templo: la lámpara que lo iluminaba se mantuvo encendida durante ocho días, cuando en realidad solo tenía aceite para uno. Es por ello mismo que en honor y conmemoración de este milagro, durante Hanukkah las velas de un candelabro especial de nueve brazos se encienden progresivamente, una nueva cada noche hasta completar ocho y el noveno brazo es para la vela piloto.

Islam: el Mawlid el-Nabi

En cuanto a las festividades del Islam, nos encontramos con el Mawlid el-Nabi: durante el tercer mes del calendario islámico, la mayor parte de musulmanes celebran el nacimiento del Profeta Mahoma. No obstante, el significado de la festividad se ha ampliado, para no solo honrar el nacimiento del Profeta, sino también adquirió el objetivo de recordar las lecciones de Mahoma, el Corán y del Islam.

Durante estas fechas, los musulmanes llevan a cabo fiestas en sus casas, decoran las mezquitas y se reúnen para celebrar esta fecha. En varios países musulmanes, es un día de fiesta nacional (como lo es en Egipto, Túnez, Chad o Marruecos), donde la comida, las charlas, las marchas y las lecturas del Corán se convierten en protagonistas del evento para recordar al Profeta y sus enseñanzas.

Hinduismo: el Diwali

Seguidamente, nos encontramos con una de las festividades más importantes para la religión hindú: el Diwali. El festival de las luces de cinco días, el cual toma lugar principalmente en la India, es celebrado por más de mil millones de personas de diversos credos, trae rezos, banquetes, grandes reuniones familiares, donativos, fuegos artificiales y, para algunos, marca el inicio de un nuevo año. El Diwali es más conocido popularmente como el festival de las luces. Deriva del sánscrito deepavali, que significa “hilera de luces”, y es famoso debido a las relucientes lámparas de arcilla que se colocan frente a las casas de quienes celebran esta fiesta.

Dado que el Diwali se celebra de forma tan extendida (a pesar de que es un festival religioso importante para los hindúes, pero también para los jainistas, los sijes y los budistas) esta celebración presenta una particularidad: no existe una historia única sobre su origen, sino muchos significados y leyendas alrededor de su nacimiento. Ciertas comunidades hindúes afirman que se conmemora la victoria lograda por hombres considerados la encarnación del dios hindú Vishnu. Otros grupos, concretamente en el sur de la India, celebran la victoria de Krishna sobre el rey demonio Narakasura, quien había arrestado a miles de mujeres en su palacio y, a su vez, infringía castigos muy duros a cualquier súbdito que se animara a enfrentarlo. En el oeste de la India, por su parte, el festival celebra el destierro del rey Bali (rey el cual representaba una amenaza directa a los dioses) al inframundo por parte de Vishnu. Sin embargo, no importa cual de todas las historias se tome en cuenta, todas ellas tienen una conmemoración en común que no se puede negar: la victoria del bien sobre el mal

Budismo: el Rohatsu

Durante el mes de diciembre, los budistas conmemoran la festividad de Rohatsu: el octavo día del duodécimo mes lunar, que es la fecha exacta de la iluminación de Buda Gautama. Del 1 al 7 de diciembre, los monjes budistas pasan la mayor parte de su tiempo en silencio, en el cuarto de meditación, abocados a una profunda meditación, estado que representa la culminación del trabajo realizado durante todo el año.

Asimismo y a diferencia del resto de las celebraciones, donde se aboga por la relajación de las personas, el Rohatsu exige un gran aumento en el trabajo y la meditación de la sociedad en general. 

Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, no se puede negar que estas celebraciones y festividades representan una parte fundamental de los creyentes de cada una de estas confesiones. El hecho de poder llevar a cabo estas celebraciones en el seno de la comunidad y, a su vez, poder hacer público el festejo, sin miedo a ningún tipo de represalia, como así también toda política de promoción de estas celebraciones, es sin duda alguna, un contundente respeto a los derechos fundamentales de Libertad Religiosa y Libertad de Expresión de los creyentes. Limitar, restringir y/o perseguir a todas aquellas personas que deseen participar en celebraciones de este tipo, atenta directamente contra sus libertades fundamentales y, sobre todo, contra la dimensión pública de la Libertad Religiosa

El anterior texto fue elaborado con información extraída de La Vanguardia, BBC, y National Geographic

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