Vivir en sociedad implica tener que convivir con personas de diferentes ideas, edades, nacionalidades, lenguas, e incluso de diferentes religiones, que son distintas a las nuestras; pero esto no debería suponer un problema si cada parte es tolerante con la otra.
Pero ¿qué es tolerancia?
La tolerancia es precisamente el respeto a las ideas, creencias o prácticas contrarias a las propias. Ser tolerante es ser empático con los demás, y como mencionamos anteriormente, es necesario para una sana convivencia en nuestra sociedad.
Dentro de cualquier comunidad podemos encontrar personas que profesan diversas religiones, lo que implica que tendrán sus propias costumbres, celebraciones, vestimenta, símbolos y estilo de vida, con los que tendremos que convivir, pues todos tienen derecho a tener una creencia religiosa y profesarla con libertad. Esta diversidad se ha dado gracias a las cientos de migraciones que se han dado en todo el mundo, a lo largo de la historia; lo que ha permitido abrir el panorama para muchas sociedades y con esto aprender a aceptar y permitir que estas personas vivan y se desarrollen en las naciones que los han recibido.
Sin embargo, no siempre ha existido esta tolerancia, ha sido un largo camino hasta llegar al lugar en el que en el que estamos hoy, donde muchos son los países que protegen la Libertad Religiosa de sus ciudadanos y que condenando la intolerancia religiosa; y aún así, actualmente todavía hay casos de intolerancia y persecución religiosa.
Pasos hacia la tolerancia religiosa
El avance en materia de Derechos Humanos, ha permitido que la Libertad Religiosa se alce como algo fundamental de todo ser humano. Ya desde la antigüedad hubo quien reconoció este derecho, por ejemplo el Imperio Romano, que después de una intensa persecución religiosa a los cristianos, permitió a estos vivir con su fe dentro del Imperio. También podemos mencionar a Ciro el Grande, un rey persa que dió la libertad de que su pueblo y conquistados tuvieran la libertad de elegir su propia religión.
En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, en la que se incluyó la Libertad Religiosa en su artículo 18, y a la que muchos países se adhirieron, proclamando sus propias leyes que protegían este derecho.
A pesar de estos avances, también han existido tropiezos. Actualmente, varios son los países en que personas de fe son discriminados, violentados y perseguidos debido a la intolerancia hacia ellos, como en China, Irán, India, Nicaragua, Nigeria, entre otros más.
Mucha de esta intolerancia viene del desconocimiento de las mismas religiones y también debido a los prejuicios que se han creado por esta ignorancia.
Debido a ello, líderes religiosos, líderes mundiales y personas que se han comprometido a respetar a los demás, han llegado a realizar proyectos, eventos y demás, que inviten al diálogo interreligioso, al conocimiento de las religiones y el respeto de estas.
Mientras se siga luchando por la protección a la Libertad Religiosa, las personas de fe podrán encontrar un rayo de esperanza en el que su derecho será plenamente garantizado, pero es necesario que cada persona ponga su granito de arena para que esto sea posible.
Fuente: Sala de Prensa CNLR