Cuando se dio a conocer la sentencia de Roe v. Wade en 1973, el aborto se legalizó en todo el territorio de los Estados Unidos, dando lugar a un fructifero negocio para clínicas y organizaciones privadas encargadas de llevar a cabo esta práctica.
No obstante, 48 años más tarde, todo parece que está a punto de cambiar. En los últimos días, la Corte Suprema del país declaró que la legislación estatal de Texas, denominada “la ley de los latidos”, (ley la cual prohibe realizar un aborto pasada las 6 semanas), es completamente constitucional y por ende, debe seguir su curso legal y convertirse en una norma de pleno vigor para todos los ciudadanos de dicho estado.
Este acontecimiento marca, sin duda, un precedente en la lucha por la vida dentro de los Estados Unidos. Es por ello mismo, que nos vemos obligados a preguntarnos ¿qué significa este fallo para la protección de la vida? y, sobre todo, ¿se puede hablar de una nueva esperanza pro vida en el país del norte?
Para comprender cómo se encuentra regulado actualmente el aborto en los Estados Unidos es necesario tener en cuenta tres fallos judiciales: Roe v. Wade (1973), Doe v. Bolton (1973) y Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey (1992). Estos casos, los cuáles todos fueron resueltos por la Corte Suprema, constituyen el marco legal actual acerca de la práctica del aborto; dos de ellos presentan historias paradójicas con respecto a los movimientos abortistas.
El primero de ellos, es Roe v. Wade el cual tuvo lugar en 1973. Este caso enfrentó a Jane Roe (cuyo nombre verdadero era Norma McCorvey) contra el fiscal del distrito de Dallas, Texas, Henry Wade. En sí, Jane Roe (Norma McCorvey) afirmó haber quedado embarazada como resultado de una violación y argumentó que, por lo tanto, se le debería permitir tener un aborto, a pesar de las leyes contra el aborto en su estado natal de Texas.
Luego de varias instancias judiciales, el caso llegó a manos de la Corte Suprema, quien luego de una interpretación de la Constitución de los Estados Unidos y alegando el derecho a la privacidad, determinó que no se le podía negar el aborto a una mujer. De este modo, Roe v. Wade anuló efectivamente todas las leyes estatales existentes contra el aborto y solo se permitió algunas limitaciones sobre cuándo se podían realizar los abortos, llevando a la legalización de esta práctica en todo el país.
Lo paradójico de este caso fue lo que sucedió con su principal propulsora: Norma McCorvey. McCorvey siguió siendo parte del movimiento abortista y participando de actividades organizadas por clínicas privadas por un tiempo. Sin embargo, tiempo más tarde, se hizo gran amiga del pastor Flip Benham, lo que le hizo cambiar de postura acerca del aborto. En su libro, Won By Love, relata cómo la compasión que le mostraron las personas pertenecientes al movimiento pro-vida la llevó a reconsiderar su postura hasta el punto de convertirse en una ferviente defensora de los derechos de las personas por nacer. Asimismo, en 2005, exigió a la Corte Suprema que revocara Roe v. Wade sobre la base de nuevas pruebas que mostraban que el aborto efectivamente lastima a las mujeres.
Por otro lado, nos encontramos con el caso Doe v. Bolton. Este fallo judicial tuvo como centro de disputa las restricciones vigentes (las cuales fueron establecidas en Roe v. Wade) para la práctica de un aborto en el estado de Georgia. Específicamente, este caso enfrentó a una mujer embarazada bajo el seudónimo de Mary Doe contra el Fiscal General de Georgia, Arthur K. Bolton, quien era el funcionario responsable de hacer cumplir la ley en los tribunales locales. La demanda presentada por Doe requería derogar la ley vigente de Georgia, la cual requería la aprobación de varios médicos para que se realizara un aborto. Asimismo, dicha ley permitía el aborto solo en casos de violación, deformidad fetal grave o la posibilidad de lesiones graves y/o mortales a la madre.
Frente a ello, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó la anulación de todo tipo de limitación vigente, tales como las restricciones sobre el momento durante el embarazo en que se puede obtener un aborto , si uno puede cruzar las fronteras estatales para obtener un aborto o si un médico tiene que aprobar un aborto. En consecuencia, el aborto no solo ya era legal en los Estados Unidos, sino que también era prácticamente irrestricto, ya que el tribunal determinó, a su vez, que el aborto por “la salud de la madre” no podía restringirse, al tiempo que adoptó una definición muy amplia de lo que “puede estar relacionado con la salud”, incluidos “todos los factores: físicos, emocionales, psicológicos, familiar y la edad de la mujer, relevante para el bienestar del paciente”. Esto efectivamente legalizó el aborto durante los nueve meses de embarazo por casi cualquier motivo.
Ahora bien, lo paradójico del caso lo presenta, nuevamente, su protagonista: Mary Doe. Al igual que lo que sucedió con Jane Roe, Mary Doe, era, en realidad, Sandra Cano, una enérgica defensora de la vida. Cano nunca tuvo intención de llevar a cabo una demanda de este tipo ni mucho menos eliminar las restricciones vigentes. Lo que realmente sucedió fue que Sandra Cano había recurrido a una clínica gratuita en busca de ayuda para divorciarse y recuperar a sus hijos para su crianza. Ella se encontraba embarazada en ese momento. Sin que ella se diera cuenta de lo que estaban haciendo, sus abogados dejaron de lado los problemas con los cuales pidió asistencia en un primer momento y, en cambio, presentaron una demanda declarando que quería realizarse un aborto. Cuando el abogado de Cano organizaron un aborto, ella huyó del estado.
En aquel momento Cano no estaba familiarizada con el lenguaje y jerga legal que se empleaba en su caso, incluso jamás sabía que en un primer lugar se había fallado a su favor (otorgándole el divorcio). Ella no tenía idea de que sus abogados estaban luchando para una mayor flexibilización de las prácticas abortistas y no por su divorcio. Cano siempre alegó haberse opuesto al aborto. Cuando su historia se supo, Cano presentó una moción para que la Corte Suprema volviera a escuchar y revocara su caso, pero en 2006 la Corte se negó.
En tercer lugar, nos encontramos con Planned Parenthood del sureste de Pensilvania v. Casey. Este caso tuvo lugar en 1992, redefinió varias disposiciones con respecto al derecho al aborto según lo establecido en Roe v. Wade. Entre 1988 y 1989, el gobernador de Pensilvania, Robert Casey, promulgó una nueva legislación que establecía determinadas restricciones sobre el aborto, tales como: el consentimiento informado de la mujer, consentimiento de los padres y mayor información sobre otras alternativas que no impliquen el aborto. Las leyes ni siquiera habían podido entrar en vigor cuando Planned Parenthood del sureste de Pensilvania presentó una demanda contra el gobernador en protesta por la constitucionalidad de dichos estatutos. Cuando el caso fue abordado por la Corte Suprema, ésta volvió a reafirmar lo establecido en Roe v. Wade, fallando a favor de la organización proveedora de abortos.
Situación Actual
¿Hoy en día el aborto en Estados Unidos no posee restricciones?
En sí, todos los estados han impuesto una serie de limitaciones a este tipo de prácticas, en algunos estados son más fuertes, otras son más débiles. A lo largo de los años, estas limitaciones se han ido estableciendo mediante fallos judiciales. Entre los más importantes, nos encontramos con casos tales como:
- En Planned Parenthood v. Danforth (1976), la Corte confirmó el derecho de un estado a requerir el consentimiento de uno de los padres cuando un menor buscaba un aborto. Se requería una disposición judicial de derivación en los casos en que una menor consideraba que estaría en peligro si buscaba el consentimiento de uno de sus padres.
- En Webster v. Servicios de salud reproductiva (1989), la Corte confirmó la prerrogativa de un estado de prohibir el uso de fondos de los contribuyentes e instalaciones públicas para abortos.
- En Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey (1992), el Tribunal descartó la fórmula trimestral adoptada en Roe y dictaminó que los estados podrían promulgar leyes para proteger al feto después de la viabilidad. Casey también mantuvo el período de espera de 24 horas del estado antes de un aborto, así como las leyes estatales de consentimiento de los padres y consentimiento informado.
En base a todos estos fallos judiciales, las restricciones que emergieron, a saber, fueron:
- Notificación a los padres: Los estatutos de notificación a los padres requieren una prueba por escrito de que uno o ambos padres han sido notificados del deseo de su hija de tener un aborto. Se requiere notificación a los padres en 11 estados.
- Consentimiento de los padres: Los estatutos de consentimiento de los padres requieren una prueba por escrito de que no solo se ha notificado a uno o ambos padres, sino también que uno o ambos padres dan su consentimiento a la decisión de su hija. Veintiséis estados tienen leyes de consentimiento de los padres.
- Períodos de espera: En 27 estados se han promulgado períodos de espera que van de una a 24 horas antes de que se pueda realizar un aborto.
- Consentimiento informado: Si bien es un requisito ético y legal que un médico explique un procedimiento médico antes de realizarlo en una paciente, esto no es un requisito universal para el aborto. Dieciocho estados tienen leyes, a veces denominadas leyes de “derecho a saber”, que exigen que se proporcione a la mujer algún tipo de información antes de realizar un aborto. Esta información va desde ofrecerle a una mujer una ecografía y explicar detalladamente el procedimiento hasta simplemente hacer panfletos que expliquen el procedimiento.
- Prohibiciones del aborto por nacimiento parcial: además de una ley federal que prohíbe el aborto por nacimiento parcial, 21 estados tienen leyes que prohíben la práctica que permanecería en vigor si alguna vez se derogara la ley federal.
- Prohibiciones del aborto tardío: Cuarenta y tres estados restringen el aborto tardío, algunos sobre la base de la viabilidad fetal, otros porque el feto puede sentir dolor. Estas leyes prohíben el aborto después de cierto punto del embarazo, generalmente 24 semanas o tan pronto como 20 semanas, y todas incluyen excepciones para la vida o la salud de la madre.
Con el reciente fallo judicial acerca de la nueva ley de Texas, el precedente de Roe v. Wade quedó efectivamente debilitado, no solo a nivel estatal, sino también a nivel nacional. Indudablemente, este hecho lleva a preguntarse ¿qué sucedería si Roe v. Wade cae?
Los estados de todo el país se están preparando para un posible día en que se anule Roe v. Wade. Concretamente, seis estados ya han prohibido los abortos con “leyes de activación”, legislación que no está activa a menos que Roe v. Wade ya no esté en vigor. Las “leyes de activación” son una forma de garantizar que el aborto sea automáticamente ilegal en caso de que los estados puedan regular el procedimiento. En ciertos estados, estas nuevas leyes prohibirían la mayoría de los abortos (como lo sería en Texas), en otros el aborto no estaría penalizado, pero tampoco permitido (lo que dejaría a esta práctcia sin respaldo legal), mientras que otros mantendrían el status quo actual.
Texas: ¿nueva esperanza pro-vida?
Recientemente, el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó una ley que prohíbe el aborto a las seis semanas de embarazo, uniéndose al menos a una docena de otros estados que han promulgado medidas diseñadas para prohibir el procedimiento en las primeras etapas del embarazo de una paciente. Pero a diferencia de los otros proyectos de ley llamados “latidos del corazón” o heartbeat bill, Texas tiene una disposición que permitiría a los ciudadanos privados presentar demandas civiles contra médicos, personal o incluso familiares o amigos de un paciente que “ayuden e inciten” en tales procedimientos.
Esta ley es única, ya que ha encontrado una laguna legal para poder prosperar y no ser declarada inconstitucional. En pocas palabras, esta norma no encomienda al estado de Texas hacer cumplir la prohibición, sino que crea un “derecho de acción civil privado” que permite a cualquier persona iniciar una acción civil contra el profesional médico que practica un aborto en violación de la ley, así como contra aquellos que “deliberadamente se involucran en una conducta que ayuda o incita a la realización o la inducción de un aborto, incluido el pago o el reembolso de los costos de un aborto a través de un seguro o de otra manera.
De acuerdo con la organización defensora de la vida Texas Right to Life, “es la ley pro-vida más fuerte que ha entrado en vigor desde la injusta sentencia de Roe v. Wade.” debido al hecho de que a partir del 1ero de septiembre los médicos abortistas deberán verificar los latidos del corazón del bebé antes de nacer antes de cualquier aborto. Si se detectan los latidos del corazón del bebé, ese aborto estará terminantemente prohibido.
Por esta misma razón, Texas se convierte en un actor clave para el movimiento provida a lo largo y ancho de los Estados Unidos, ya que esta ley no solo tendrá efecto dentro de las fronteras estatales, sino que puede generar (y está generando) un “efecto contagio” en demás estados, para replicar este tipo de legislación, reavivando, de esta manera, la llama de la esperanza pro-vida.
El anterior texto fue elaborado con información extraída de CBS: Abortion would automatically be illegal in these states if Roe v. Wade is overturned; CBS: Texas governor signs law outlawing abortion after 6 weeks; Britannica; Texas Right to Life y Pro-Life Action League: learn the facts.
Fuente: Sala de Prensa Conciencia Nacional