La libertad de pensamiento se constituye como una de las libertades más complejas que posee el hombre. Tantas son las libertades que se desprenden y dependen de ella que en varias ocasiones puede dar lugar a error y mala interpretación. Es una de las libertades de las que más se habla pero menos se comprende y es, a su vez, una de las libertades del hombre que más obstáculos se le imponen actualmente. ¿Sabemos en qué consiste verdaderamente la Libertad de Pensamiento?
Sin duda alguna la libertad de pensamiento es una de las libertades que nos permite identificarnos como humanos y diferenciarnos del resto de los seres vivos. Si bien, animales y humanos poseen numerosas emociones básicas en común, sólo son los propios humanos quienes son susceptibles a elaborar una reflexión ya sea antes o después de realizar una acción. Tan solo el humano es capaz de dar un paso atrás y preguntarse: “¿Acaso quiero ser esa persona?, ¿no podría estar mejor?”.
A su vez, la libertad de pensamiento exige para ejercerse plenamente, de un alto grado de dignidad como así también requiere (y posibilita) de un contexto democrático.
¿Qué se entiende cuando se habla de Libertad de Pensamiento?
Numerosas definiciones se erigen al momento de formular esta pregunta, sin embargo, podemos definirla como el hecho de que “nadie pueda ser perseguido, sancionado o molestado por el hecho de pensar de una determinada manera u otra, que tenga una u otra creencia, de que profese determinada opinión. Nada ni nadie puede tener injerencia ni pretexto sobre este derecho. Los poderes públicos deben reconocer que el pensamiento de un individuo es materia por entero y en absoluto exenta de su jurisdicción; porque este derecho se funda centralmente sobre la idea de la dignidad de la persona humana.”
La Libertad de Pensamiento y su Diálogo con las demás Libertades
Esta es una de las libertades, junto con la libertad de expresión y culto, que se relaciona intrínsecamente con la Libertad Religiosa. Es bien sabido que la Libertad Religiosa posee, a grandes rasgos, dos facetas: una pública y otra privada. La primera permite que el hombre pueda expresar su fe en el espacio público sin temor a recibir sanción alguna. La segunda, por su parte, posibilita el ejercicio de su fe en el ámbito privado del hombre, incluso en los más íntimos de ellos: la conciencia.
Es por ello que todo ataque a la Libertad Religiosa implica, simultáneamente, una amenaza directa a la Libertad de Pensamiento (por su ámbito privado) y a la Libertad de Expresión (por su ámbito público).
A pesar de que Libertad de Pensamiento se encuentra profundamente unida con la Libertad Religiosa, no es con la única que esta Libertad entabla diálogo. La Libertad de Pensamiento por las características que presenta, la posiciona como madre de la Libertad de Expresión.
Al igual que lo que sucede con la fe, los pensamientos y opiniones del hombre no pueden quedarse únicamente reservados para su persona, sino que necesitan (y en muchas ocasiones deben) ser dados a conocer en el espacio público. Es por ello que la consecuencia directa de esta libertad es la Libertad de Expresión, la cual es, a su vez, fundamental para la rendición de cuentas de quienes ejercen el poder. Muchos regímenes tiránicos a lo largo de la historia han caído por las ideas gestadas en el seno de esta Libertad.
Por último, podemos mencionar que la Libertad de Pensamiento se encuentra relacionada, a su vez, con una Libertad de Conciencia. Es muy común ver errores de distinción entre estas dos libertades, ya que varios medios de comunicación (incluso académicos) llegan a la conclusión de que la Libertad de Pensamiento y la Libertad de Conciencia constituyen una única e inseparable libertad.
Es cierto que ambas libertades comparten muchas similitudes y ambas residen en un mismo lugar, en la conciencia del hombre, sin embargo, la Libertad de Conciencia refiere a “la convicción personal de elegir entre lo que se considera correcto o incorrecto basado en los propios principios éticos y morales”. Esta libertad se erige como la más ligada a la propia Libertad Religiosa entre todas las anteriormente mencionadas.
Ataques a la Libertad de Pensamiento
Hoy en día el porvenir para la Libertad de Pensamiento se presenta como oscuro e incierto. Numerosos obstáculos parecen erigirse en contra de este derecho fundamental: desde movimientos progresistas que buscan imponer sus propias ideas hasta incluso la disrupción de nuevas prácticas científicas y tecnológicas que amenazan con destruir la escasa privacidad que aún le queda a las personas.
En primer lugar, podemos destacar todos los hechos que han desencadenado últimamente los movimientos progresistas a lo largo del mundo que han amenazado a esta libertad al pretender imponer un pensamiento único en temas como el aborto, la eutanasia, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la legalización de la marihuana, entre otros hechos, discriminando a aquellos que piensan diferente.
Todos estos acontecimientos atentan, ya sea de manera directa o indirecta tanto en la Libertad de Pensamiento como contra sus libertades subyacentes: en varios países, como el caso de Argentina, donde se legalizó el aborto, la libertad de conciencia y pensamiento de los médicos quedó fuertemente restringida; lo mismo sucede con el matrimonio entre personas del mismo sexo donde en todos los países que se reglamentó esta práctica, los funcionarios civiles que deben registrar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo no tienen posibilidad de rehusarse a hacerlo sin perder su trabajo.
El mismo patrón se repite en cuanto a la legalización del consumo de cannabis en todo el territorio del país sin distinción alguna. Esto ha llevado a que la ley desampare a instituciones que se opongan a esta práctica y no les quede otra opción que soportar a que personas consuman esta nociva droga dentro de sus instalaciones, dando lugar a una evidente violación de la libertad de pensamiento, conciencia y expresión de manera conjunta.
Por otro lado, no solo la libertad de pensamiento, sino que la humanidad entera se encuentra ante desafíos nunca antes vistos. En un primer momento, los avances tecnológicos y psicológicos fueron concebidos para la promoción del pensamiento libre y la libre expresión. Estos buscaban resguardar nuestro mundo interior, reducir nuestros prejuicios y desarrollar nuevos espacios para el pensamiento. No obstante, los estados y las corporaciones están convirtiendo estos prometedores avances en armas para restringir y, al mismo tiempo, configurar la voluntad propia, el pensamiento de las personas.
La primera amenaza detectable contra la Libertad de Pensamiento proviene nada más y nada menos que de los propios avances de la psicología. La investigación ha creado nuevos conocimientos sobre lo que influye en nuestros pensamientos, comportamientos y toma de decisiones. Si bien todo avance que permita comprender y potenciar la conciencia humana es de celebrarse, el objetivo con el que se utilicen dichos avances es lo más preocupante: los estados y las corporaciones están utilizando cada vez más frecuentemente este conocimiento para determinar la manera en que pensamos y actuamos, con la intención de que respondamos de una manera más eficiente y directa a sus intereses. Estos pueden diferir de los nuestros. Usan este conocimiento para hacernos apostar más, comprar más y pasar más tiempo en las redes sociales. Incluso se puede utilizar para cambiar elecciones.
La segunda amenaza proviene de la regulación de las redes sociales
La política de discurso de odio de Facebook prohíbe atacar a una persona o grupo con “discursos o imágenes deshumanizantes”, llama a la violencia, hace referencia a la subhumanidad y la inferioridad, así como generalizaciones que afirman la inferioridad. La política se aplica a los ataques por motivos de raza, religión, origen nacional, discapacidad, afiliación religiosa, casta, orientación sexual, sexo, identidad de género y enfermedades graves.
Pero en un ejemplo del 25 de abril de 2018, Squire informó a Facebook sobre un grupo llamado “Purge Worldwide”, según la demanda. La descripción del grupo dice: “Este es un grupo anti islámico Un lugar para compartir información sobre lo que está sucediendo en su parte del mundo”.
Facebook respondió que no eliminaría el grupo ni el contenido. La demanda cita otros ejemplos de grupos con nombres como “Muerte por asesinar a miembros del culto musulmán islámico” y “La inmundicia del Islam” que Facebook no eliminó a pesar de haber sido notificado, a pesar de que la política de Facebook prohíbe la “referencia o comparación con la inmundicia” sobre la base de religión. En el último caso, Facebook eliminó algunas publicaciones del grupo, pero no el grupo en sí.
Esto por mencionar un ejemplo, pero es evidente que en las redes sociales la libertad de expresión es favorecida para ciertos grupos y menguada para otros. Existe censura en redes sociales en relación a temas con tintes provida o a favor del matrimonio natural.
Este panorama que se presenta ante la Libertad de Pensamiento no solo presenta varios obstáculos, sino que también presenta numerosas oportunidades tanto para los defensores de ella como para el propio poder político y las corporaciones. Todos estos grupos se les abre la posibilidad de que todos estos avances en materia científica y tecnológica sean efectivamente utilizados para enaltecer y fortalecer los derechos y libertades del hombre y no para restringirlos y relegarlos, ya que atentar contra la libertad de pensamiento es negar una de las dimensiones esenciales del hombre que nos permite caracterizarnos como únicos e irrepetibles.
El anterior texto fue elaborado con información extraída de La Diferencia entre Libertad de Pensamiento de Conciencia y Libertad de Expresión; Libertad de Expresión; y Freedom of thought is under attack – here’s how to save your mind.