La marcha del 10 de septiembre próximo en contra del matrimonio homosexual y por la defensa del modelo tradicional de familia movilizará a miles de personas en 110 ciudades de todo el país, aseguran las organizaciones convocantes.
Dicho bloque de distintas confesiones, conformado por Iglesias cristianas, evangélicas, mormones y laicos católicos, emitió este miércoles un pronunciamiento previo, afirmando que no marcharán “por odio a nadie” sino para advertir que “la familia no es un laboratorio”.
Es decir, exigen que los niños “no sean sometidos a experimentos sociales basados en ideologías de género”, pidiendo que si la educación es laica y gratuita en México también sea libre de imposiciones e ideologías, como la de género.
“El Estado no tiene el derecho ni la función legal de contradecir a los padres de familia, ni de enseñar a sus hijos en la escuela cosas contrarias a sus valores y convicciones”, leyó Luis Gallego, representante de la Asociación Conciencia Nacional.
Los organizadores desconocen cuántas personas acudirán a su llamado, sin embargo confían tener buena respuesta. Fermín García, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano, apunta que tan sólo en Tijuana, su localidad, esperan a 15 mil personas.
El movimiento afirma que no marcharán contra los derechos de nadie, ni por odio contra los homosexuales, ni siquiera contra el presidente Peña Nieto, pese a la iniciativa de matrimonio igualitario, ni contra algún partido político.
Mientras tanto, explicaron que la segunda marcha con sede sólo en la Ciudad de México, programada para el 24 de septiembre próximo, concentrará a todos los contingentes que se movilicen este sábado en todo el país.
Fuente: Excelsior