México es un país que cuenta con una gran diversidad religiosa, reflejada en las cerca de diez mil asociaciones religiosas registradas en el país, además de que 92% de la población se declara creyente. Esta diversidad ha crecido con el tiempo, sin embargo, los fieles se han tenido que enfrentar a discriminación e intolerancia debido a sus creencias. La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (ENADIS) nos indica que el 20% de la población, creyente, declaró haber sufrido discriminación y 21.8% señaló sentirse poco o nada libre de expresar sus creencias religiosas.
En el interior del país, distintas comunidades religiosas son violentadas por negarse a participar de las celebraciones de la religión mayoritaria, siendo sus fieles desplazados, marginados e incluso encarcelados por ello.
Debido a todas estas problemáticas, es necesario que el diálogo interreligioso tome un papel preponderante en la comunicación entre las personas de fe, para que estas se conozcan y puedan entenderse entre sí, fomentando así la tolerancia. En este sentido, los Consejos Interreligiosos llegaron para trabajar y abordar estas situaciones.
Pero, primero definamos ¿qué son los Consejos Interreligiosos?
Estos son la auto-agrupación de los líderes de las religiones preponderantes en un estado de la República Mexicana, quienes se unen con el objetivo principal de cultivar buenas relaciones entre las diferentes denominaciones, colaborar en los temas de interés social y mantener una vía de comunicación con las instituciones de Gobierno y organizaciones civiles del país.
Es importante señalar que estos Consejos no son organizaciones ecuménicas, ya que no tratan asuntos dogmáticos o teológicos. Son un vínculo de interacción y representación social entre el Gobierno y la sociedad civil, además de que fomentan el aprecio a la diversidad religiosa a través de acciones que generen un ambiente de fraternidad e igualdad.
Como podemos ver, estas organizaciones trabajan diariamente para fomentar la armonía, el respeto y tolerancia al derecho a la Libertad Religiosa. A través de diferentes proyectos y eventos, tales como seminarios, conferencias y congresos, comparten con todo el país que es posible que personas de diferentes ideas puedan trabajar y colaborar en favor de lo más importante, la paz. Pero no sólo trabajan con la sociedad en general y demás líderes religiosos, sino que también con diferentes funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno, con los que se han logrado la firma de convenios de colaboración en pro de la libertad religiosa.
El respeto de todas las personas es esencial para una sociedad más justa, en la que los creyentes puedan vivir su libertad sin miedo a ser discriminados. Por ello, apoyemos estas iniciativas como los Consejos Interreligiosos y fomentemos la tolerancia religiosa en todos los rincones de México.
Sala de Prensa CNLR.
