América del Norte es una zona conocida por el intercambio cultural que se ha dado en su territorio, gracias a las diferentes migraciones ocurridas a lo largo de los años en Norteamérica. La región se compone por Groenlandia, Canadá, Estados Unidos y México, y cuenta con una población de más de 600 millones de personas.
Esta llegada constante de personas a la parte norte del continente, ha dado paso a la diversidad de lenguas, costumbres, estilos de vida y, por supuesto, de religiones. La mayoría de su población se declara cristiana, un 77%; mientras el 17% se identifica como sin afiliación religiosa, el 5% sigue el judaísmo, islam, hinduismo y budismo; y el 1% restante sigue otras religiones.

Marco legal en Norteamérica
La diversidad religiosa en la región ha devenido en que los diferentes gobiernos creen sus propias leyes que protejan la Libertad Religiosa de sus ciudadanos. En Groenlandia, este derecho se encuentra resguardado en la Ley Nº 37/1993 del Parlamento de Groenlandia. Por su parte Canadá, en su Ley Canadiense de Derechos Humanos y las Libertades que forma parte de su Constitución, prohíbe la discriminación por motivos religiosos y defiende la Libertad religiosa.
Estados Unidos defiende este derecho en cláusulas de la Primera Enmienda de su Constitución política. Mientras en México encontramos el artículo 24 constitucional, el cual protege el Derecho a la Libertad Religiosa.

¿La diversidad implica tolerancia?
Como suele ocurrir, que exista diversidad religiosa no implica que siempre haya sido aceptada. Aún en la actualidad, los judíos en Estados Unidos han visto cómo el antisemitismo se incrementó después de la pandamia del COVID-19, tras ser culpados de ella; así como verse dentro de conspiraciones que los vuelve blanco de malos tratos, como que los judíos tienen toda la riqueza. En una encuesta realizada por el Comité Judío Estadounidense, recientemente lanza, se dio a conocer que el 41% de los judíos que viven en el país se sienten menos seguros.

Los musulmanes por su parte, encuentran dificultades en Canadá, donde son víctimas de islamofobia, teniendo que aguantar insultos, discriminación, las mujeres suelen ser mayormente violentadas por su forma de vestir, entre otros problemas con los que se han topado en el país. Aún se recuerda con dolor el terrible atentado ocurrido en la mezquita de Quebec en 2017, en el que un hombre armado abrió fuego contra los ahí presentes, matando a 6 personas.

En México, las minorías religiosas sufren discriminación y persecución, principalmente en las zonas al interior del país, al negarse a cooperar con celebraciones que no son propias de su religión, por lo que son excluidos, expuslados o encarcelados por ello, actualmente la segunda causa de discriminación en el país es por motivos religiosos. Asimismo, la violencia que se vive en la nación ha vuelto a México un lugar peligroso para los líderes religiosos.

Sin embargo, y a pesar de este mal panorama, las personas de fe no se rinden en su lucha por ser respetadas, pues realizan eventos de concientización y capacitación sobre su religión, abren la puertas de sus templos invitando a las personas a que conozcan y se empapen de lo que implica tal o cual religión y comprendan que su intención no es hacer ningún daño, sino al contrario, siempre velan por el bienestar de la sociedad. Todo esto porque creen que con la educación se podrá solucionar el problema de la intolerancia religiosa, al eliminar los prejuicios que algunas personas pueden tener respecto a las diferentes religiones.
Fuente: Sala de Prensa CNLR