A pesar de que el régimen de Daniel Ortega lidera desde hace años una persecución contra la fe, “la Iglesia sigue viva en Nicaragua”. Así lo expresa a ACI Prensa uno de los sacerdotes del país que sufre esta grave situación.
Para el sacerdote, que ha preferido mantener su anonimato por motivos de seguridad, “el dolor sigue afectando a las familias y comunidades parroquiales por la expulsión de sus pastores y familiares”.
Lamentó que “a este dolor se suman los más de 90 reos políticos, entre ellos muchos laicos colaboradores de la Iglesia Católica en el país”, que son encarcelados y sometidos a una tortura psicológica continua.
“Han desterrado a nuestros pastores, nos han congelado el dinero de las parroquias y diócesis, pero la Iglesia en Nicaragua sigue viva y sigue caminando”, expresó.
Para el sacerdote nicaragüense, esto se debe a “que Dios es quien dirige la Iglesia, con la fuerza de su Espíritu y María Inmaculada, que acompaña a nuestro pueblo”.
Además, enfatizó que “la Iglesia no es una ONG ni es la oposición como cree el gobierno de Ortega, es algo que va mucho más allá”.
El testimonio vivo del obispo Rolando Álvarez
Tras 527 días en la cárcel, Mons Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, fue liberado y deportado a Roma junto al Obispo Mons. Isidoro Mora y otros sacerdotes y seminaristas el pasado 14 de enero.
“Desde la oscuridad de su celda en la ‘Modelo’, la prisión donde también han sido encarcelados otros sacerdotes y fieles, Mons. Álvarez fue un testimonio de fe vivo y una luz para todos los católicos de Nicaragua”, aseveró.
Tras la deportación de los prelados y sacerdotes, lamentó que la persecución aún continúa. “Las homilías son grabadas con la orden expresa de no poder rezar por Mons. Rolando Álvarez”, explicó.
Recordó que tras la deportación de Mons. Rolando, pocos días después fueron secuestrados y desterrados tres sacerdotes de la congregación Misioneros Consagrados del Santísimo Salvador a México.
“Los sacerdotes y obispos son silenciados. También están prohíbidas las actividades pastorales y espirituales exteriores con asistencia masiva de fieles como procesiones, así como las celebraciones de fiestas patronales y Semana Santa”.
“Sin embargo los sacerdotes continúan su labor con muchas limitaciones, muchos de ellos siendo controlados día a día en sus programaciones pastorales”, lamentó.
Esta es la realidad de Nicaragua, “que desde hace varios años vive una persecución religiosa, cada vez más sistemática, agravada en los últimos meses por el régimen sandinista”.
Sin embargo, resaltó que “la gente no tiene miedo de expresar su fe” y aseguró que durante el tiempo que Mons. Rolando estuvo encarcelado, “predicó día y noche”. “Su testimonio alentó la esperanza, nos fortaleció e hizo temblar a la dictadura”.
La persecución de Daniel Ortega
El 4 de agosto de 2022, Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, fue retenido por el régimen junto a 4 sacerdotes, 1 diácono, 2 seminaristas y 1 laico.
Todos permanecieron secuestrados en la curia diocesana de la Diócesis de Matagalpa y la madrugada del 19 de agosto fueron trasladados a la capital. Los clérigos, a excepción del obispo, guardaron prisión en la cárcel “La Modelo”, mientras Mons. Rolando estuvo bajo arresto domiciliario en Managua.
El 9 de febrero de 2023 la dictadura desterró hacia Estados Unidos a 222 personas, entre ellos clérigos y laicos que habían sido encarcelados.
Ante la negativa del obispo de abandonar el país, fue llevado a la temida cárcel “La Modelo” y el 10 de febrero fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión, así como despojado de su nacionalidad nicaragüense y suspendido de sus derechos como ciudadano por el delito de traición a la patria, según informó el presidente Ortega en un discurso público.
En esta cárcel permaneció 527 días hasta su destierro al Vaticano el pasado 13 de enero de este año, junto a Mons Isidoro Mora, Obispo de Siuna. arrestado el 20 de diciembre de 2023 .
También fueron desterrados 15 sacerdotes de diferentes diócesis y 2 seminaristas, que fueron arrestados entre el 20 y 31 de diciembre de 2023. Estos se suman a los 12 sacerdotes desterrados también al Vaticano el 18 de octubre de 2023.
Fuente: aciprensa